sábado, 16 de febrero de 2013

Ojos de vidrio.

- ¿Se puede saber qué cojones te pasa ahora?
- Nada, nunca me pasa nada, ya lo sabes.
- Claro que sí, campeona.. ¿Es por todo lo que está pasando, verdad?
- No está pasando nada, no digas tonterías..
- Sí pasa.. Tú sigues siendo una puta cobarde que se dedica a hacer el gilipollas y la gente no para de exigirte cosas sin intentar entenderte siquiera.. Limitándose unicamente a juzgarte, como si ellos fueran perfectos y tú una mierda.. Eso pasa..
- Bueno, que vale, que me la come.. Soy como soy y punto, que hablen lo que les de la gana.. Me da igual, no me importa..
- ¿Cuánto tiempo vas a aguantar fingiendo que eres una pasota? En serio, ¿por qué no te quitas esa coraza y te dejas ayudar un poco?
- Tú lo has dicho, no intentan ni entenderme.. Lógico, ni yo me entiendo.. Entonces, ¿cómo van a ayudarme?
- ¿Me das un abrazo?
- Si te lo doy voy a empezar a llorar..
- Por eso, sé que lo necesitas..
- Que te jodan.. Odio que me conozcas tan bien..

*Lástima que el reflejo del espejo no cobrara vida y la consolara de verdad.. Ella rompió a llorar, sin abrazo y sin nada.. Pero bueno, ya estaba acostumbrada.*

No hay comentarios:

Publicar un comentario