martes, 26 de febrero de 2013

Una historia de amor.

Yo jugaba con sus dudas, ella con mis miedos y así nos fue..
Me acariciaba mientras sonreía dulcemente intentando disimular el dolor que escondía su mirada. Dolor que yo descubrí desde el primer momento en que la vi.
Yo la besaba como nunca he besado a nadie, de la forma que se besa cuando se quiere de verdad.. La abrazaba y me tragaba las lágrimas. Ella las adivinaba al instante, pero prefería hacer como si no pasara nada, al igual que yo..

Resultaba mucho mas cómodo para ambas mentirnos y fingir que nos creíamos. Fingir incluso que estábamos convencidas de que todo era verdad.
Ella no quería abrirse por completo, por eso huía de mi. Lo que no sabía es que no podía esconder sus secretos.. Bueno, quizás sí lo sabía, pero era mejor que ella pensara que no y que yo no descubriera la verdad..

Fue algo absurdo.. Yo me dedicaba a vaciarme por completo sin obtener resultado. Ella gastaba su tiempo en reprocharmelo. Pero no importaba demasiado.. Cuando nos teniamos piel con piel las mentiras no existían, los problemas se esfumaban y solo existiamos ella y yo. Dejaba de ser una batalla para transformarse en un "nosotras"
Un "nosotras" tan maravilloso como inexplicable. Un "nosotras" efímero, pero verdadero y eterno..

Al fin y al cabo, fuimos solo dos personas demasiado imperfectas que se cruzaron en el camino sin tener nada demasiado claro...
Solo dos personas complejas que se hicieron daño hasta matarse. Solo dos personas que se querían y necesitaban.. ¿O solo fue otra mas de nuestras mentiras?
Yo prefiero pensar que esa era una de las pocas verdades que nos unían porque, si fuera mentira, moriría de dolor..

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