miércoles, 10 de abril de 2013

Hacer las cosas bien no cuesta tanto.

Todos tenemos momentos en los que nos hundimos, en los que sentimos que todo nos supera. Es entonces cuando nos perdemos y pensamos que estamos en un callejón sin salida del que no vamos a poder escapar.
Perdemos los objetivos, las ganas de continuar y solo deseamos volver atrás para enmendar todos y cada uno de los errores que nos han llevado hasta aquí.
Pensamos que nadie nos puede ayudar, que todo el mundo nos da la espalda y nos colgamos la etiqueta de "incomprendidos" comiendonos la rabia y el odio que eso supone..
Cuando por fin asimilamos que no se puede dar marcha atrás solo pedimos que corra el tiempo, que todo se calme, aunque no hagamos nada para solucionarlo tenemos metido en la cabeza que vendrá un golpe de suerte, un milagro que cambiará nuestra situación. Nunca llega, evidentemente.
Solo hemos conseguido desperdiciar un tiempo que no va a volver y nos vemos aún mas arrinconados que antes..
¿Cuál es la solución? Priorizar.

Hay que darse cuenta de que las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana y mucho menos si no hacemos nada para conseguirlo..
Hay muchas cosas que arreglar, mucha mierda.. Poco a poco. Empieza por lo realmente importante, marcate objetivos y ve consiguiendolos. Al final todo depende de ti y nada es tan negro como parece..
Ve avanzando hacia delante sin preocuparte por lo que pasó, sin dejar que los obstáculos del camino te hagan caer. Solo así conseguirás encontrar la salida y salir del pozo en el que tú mismo te caiste.

Y si te vuelves a caer, intenta levantarte. Y si no puedes, insiste. En esta vida todo tiene solución menos la muerte.. ¿Qué menos que aprovechar el tiempo que tenemos e intentar hacer las cosas bien?

No hay comentarios:

Publicar un comentario