La tinta, un borrón y un papel mojado.

Siempre fuiste una chica práctica y yo un poco suicida, por eso me fui matándome y volví herida. Por eso te deshiciste de mi intentando sanarme pero bloqueándome la salida.
Alfojabas y apretabas la cuerda a tu antojo, como un niño jugando con un yo-yo, y yo en tus manos, como siempre.
Tú tan controladora, yo tan controlada..

Se rompió la magia de tanto abusar de ella. Se cayeron los pilares por tanto golpearlos sin motivo. Se agotaron las ganas, se acabaron los besos y volaron los buenos tiempos como si nunca los hubiéramos tenido.

Tú huiste sin dejarme pistas para seguirte. Yo morí mil veces más antes de retomar mi vida por dónde la dejé.