lunes, 25 de marzo de 2013

Si algo he aprendido es que hay cosas que, quizás, es mejor no aprender nunca..

Llega un punto en el que todos necesitamos frenar. Pararnos durante un tiempo alejándonos de todo lo que nos rodea y pensar. Pero pensar de verdad.. Analizar cada error, cada paso que nos ha llevado hasta donde estamos. Respirar. Valor y cuidar lo que hemos conseguido, marcarnos objetivos y luchar por conseguirlos. Pero luchar de verdad..
Por una vez, ser totalmente sinceros con nosotros mismos. Ser críticos y exigentes con nuestra vida...
Intentar deshacerse de las cadenas que nos impiden seguir avanzando y quitarnos la venda que nos impide ver con claridad..

Priorizar y relativizar, todo consiste en eso. Únicamente cuando consigas darles a las cosas la importancia que realmente tienen podrás plantearte eso de ser feliz..

Todo está en tu mano y eso de echarle la culpa a cosas tan relativas como la suerte solo hará que te conviertas en una conformista. En una estúpida conformista amargada deseando que el destino la recompense.
Tú eres la escritora de tu libro. Tú decides cada palabra que se plasma en el papel.
Tu momento es el que tú elijas. Tú destino es el que tú creas tras cada decisión que tomas.

Tú eres el piloto. Piensa y actúa porque el bienestar no está tan lejos.

¿Para qué sobrevivir pudiendo VIVIR?

No hay comentarios:

Publicar un comentario